jueves, 1 de noviembre de 2007

TIPS PARA...

PREVENCIÓN DE LA PULMONÍA
La pulmonía es una infección de los pulmones. Las personas que tienen mayor riesgo de desarrollarla son los ancianos, los fumadores y las personas con enfermedades crónicas de los pulmones (como enfisema o asma). Estos consejos y los que le haya dado su médico, pueden ayudarle a evitar la pulmonía.

EVITE LAS INFECCIONES
Lávese las manos con frecuencia para evitar adquirir gérmenes.
Evite tocarse la boca y la cara con las manos.
Use pañuelos de papel desechables en vez de pañuelos de tela. Bote los pañuelos de papel usados.
Evite a las personas que tengan gripe o resfriado.
Intente evitar los sitios demasiado concurridos.
Pregúntele a su médico si debe aplicarse vacunas contra la neumonía (se aplica cada 5–8 años) o anualmente contra la gripe (flu shot) para disminuir su riesgo de neumonía.

HAGA LOS EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN QUE LE SUGIRIERON
Respirar profundamente y los ejercicios de toser pueden ayudarle a despejar los pulmones. Su proveedor de atención médica podría recomendárselos. Si fuera así, le enseñarán como hacerlos. Hágalos con la frecuencia indicada por su proveedor de atención médica.

CUIDE SU CUERPO
Pregunte a su médico se debe aumentar su consumo de líquidos. Si es así, beba de 6–8 vasos de líquidos al día.
Coma una dieta balanceada con alimentos nutritivos.
Evite tomar alcohol.
No fume. Evite los sitios donde haya gente fumando.
Pregunte a su médico si necesita aplicarse una vacuna para la pulmonía o la vacuna anual para la gripe (flu shot).

EQUILIBRE ACTIVIDAD Y DESCANSO
El movimiento ayuda a mantener los pulmones despejados. Pregunte a su proveedor de atención médica qué tipo de actividad es la más adecuada para usted. Caminar es con frecuencia una buena opción.
Descanse lo suficiente. Duerma al menos 8 horas todas las noches. Descanse o duerma la siesta durante el día si lo necesita.

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