viernes, 15 de febrero de 2008

VIVIR CERCA DE LOS AEROPUERTOS ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD

Los ruidos nocturnos procedentes de aviones y automóviles aumentan la presión sanguínea incluso de las personas que duermen, señala un estudio recién publicado. El profesor Lars Jarup, que encabezó la investigación, indicó que cuanto mayor es el ruido, mayor es la presión sanguínea, por lo que vivir cerca de los aeropuertos es un problema para la salud. El estudio, realizado entre personas que viven cerca de varias terminales aéreas europeas, se centró en medir la presión sanguínea de 140 voluntarios después de que éstos permaneciesen expuestos a ruidos superiores a los 35 decibelios. Los investigadores midieron a distancia la presión cada quince minutos y mientras los voluntarios dormían, por lo que se utilizaron instrumentos para establecer el impacto en la salud, añadió el análisis, publicado en la revista "European Heart Journal". Entre los ruidos medidos figuran los procedentes del tráfico en las calles y de los aviones que aterrizaban y despegaban. Así, los expertos encontraron que la presión sanguínea aumentaba un promedio de 6,2 milímetros de mercurio para la presión sanguínea sistólica (alta) y de 7,4 milímetros para la diastólica (baja). La presión aumentaba ya sea que los voluntarios estuvieran dormidos o despiertos, agregaron los investigadores. "Sabemos que el ruido del tráfico aéreo puede ser motivo de irritación, pero nuestra investigación muestra que también puede perjudicar la salud de la gente, lo que es particularmente significativo a la luz de los planes de expansión de aeropuertos internacionales", indicó Jarup, del Imperial College London.

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