3 clases de pastillas para el colesterol
En la actualidad existen tres diferentes clases de reductores del colesterol, presentando cada uno de ellos, diferencias en su manera de actuar.
Estatinas Son enzimas que ayudan al organismo a producir colesterol. Estas pastillas ayudan a bloquear la producción de esta encima, reduciéndose por medio de este bloqueo los niveles de producción de colesterol Secuestrantes de ácidos biliares Este medicamento se une a la bilis para que no pueda ser utilizada durante el proceso digestivo y, por lo tanto, no genere exceso de colesterol. Ácido nicotínico Es un tipo de vitamina B que intenta retrasar la producción en el hígado de ciertas sustancias químicas que ayudan a originar el colesterol LDL. Este acido también reduce los niveles de triglicéridos y aumenta los niveles de colesterol bueno. Generalmente se los combina con otros medicamentos. Dependiendo de cada caso pueden ser prescriptos para la diabetes, la deficiencia circulatoria, el colesterol, etc. Los efectos secundarios de las pastillas para controlar el colesterol Las pastillas para el colesterol están asociadas a efectos secundarios que, si bien no son frecuentes, generan temor en el momento de decidir si sostener o no este tipo de tratamientos: Puede aparecer un malestar generalizado, cansancio o dolores de cabeza. Puede aparecer dolor muscular en todo el cuerpo, aunque es muy poco frecuente. En estos casos el medico realiza un control, y como ultima opción, puede suspenderse la medicación por un tiempo. Las pastillas no pueden ser utilizadas por personas que padecen de alteraciones renales. Las pastillas no deben ser ingeridas durante periodos de gestación. Esto definitivamente no es aconsejable. Una excelente recomendación indica controlar todo factor de riesgo como obesidad, diabetes, alta presión arterial y sedentarismo, antes de indicar la toma de pastillas para controlar la producción de colesterol. Pastillas para el colesterol: más beneficios que riesgos Se afirma que estos tratamientos son de los más abandonados. Un factor que determina la existencia de esta estadística refiere a que los síntomas del colesterol no son visibles sino se trata de casos de colesterol elevado. Al no percibirse síntomas con claridad, tampoco se otorga al tratamiento una importancia preponderante puesto que tampoco los resultados de la reducción del colesterol pueden se apreciados a simple vista. Sin embargo más del 95 % de los especialistas coinciden en que son más los beneficios que aportan que las contrariedades. Desde esta perspectiva, si bien es real que pueden expresarse efectos de orden secundario, son en verdad mínimos los casos en que debe suspenderse el tratamiento por la manifestación de dichos efectos.
En la actualidad existen tres diferentes clases de reductores del colesterol, presentando cada uno de ellos, diferencias en su manera de actuar.
Estatinas Son enzimas que ayudan al organismo a producir colesterol. Estas pastillas ayudan a bloquear la producción de esta encima, reduciéndose por medio de este bloqueo los niveles de producción de colesterol Secuestrantes de ácidos biliares Este medicamento se une a la bilis para que no pueda ser utilizada durante el proceso digestivo y, por lo tanto, no genere exceso de colesterol. Ácido nicotínico Es un tipo de vitamina B que intenta retrasar la producción en el hígado de ciertas sustancias químicas que ayudan a originar el colesterol LDL. Este acido también reduce los niveles de triglicéridos y aumenta los niveles de colesterol bueno. Generalmente se los combina con otros medicamentos. Dependiendo de cada caso pueden ser prescriptos para la diabetes, la deficiencia circulatoria, el colesterol, etc. Los efectos secundarios de las pastillas para controlar el colesterol Las pastillas para el colesterol están asociadas a efectos secundarios que, si bien no son frecuentes, generan temor en el momento de decidir si sostener o no este tipo de tratamientos: Puede aparecer un malestar generalizado, cansancio o dolores de cabeza. Puede aparecer dolor muscular en todo el cuerpo, aunque es muy poco frecuente. En estos casos el medico realiza un control, y como ultima opción, puede suspenderse la medicación por un tiempo. Las pastillas no pueden ser utilizadas por personas que padecen de alteraciones renales. Las pastillas no deben ser ingeridas durante periodos de gestación. Esto definitivamente no es aconsejable. Una excelente recomendación indica controlar todo factor de riesgo como obesidad, diabetes, alta presión arterial y sedentarismo, antes de indicar la toma de pastillas para controlar la producción de colesterol. Pastillas para el colesterol: más beneficios que riesgos Se afirma que estos tratamientos son de los más abandonados. Un factor que determina la existencia de esta estadística refiere a que los síntomas del colesterol no son visibles sino se trata de casos de colesterol elevado. Al no percibirse síntomas con claridad, tampoco se otorga al tratamiento una importancia preponderante puesto que tampoco los resultados de la reducción del colesterol pueden se apreciados a simple vista. Sin embargo más del 95 % de los especialistas coinciden en que son más los beneficios que aportan que las contrariedades. Desde esta perspectiva, si bien es real que pueden expresarse efectos de orden secundario, son en verdad mínimos los casos en que debe suspenderse el tratamiento por la manifestación de dichos efectos.
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