Omega 3 y los beneficios para las funciones dependientes del cerebro
Siendo el cerebro el órgano con mayor grado de actividad y comando de funciones del organismo, siempre presenta una demanda de nutrientes que puede ser provisto por medio de un plan alimenticio específico en cuanto a los alimentos que lo conforman. Las distintas investigaciones sobre el tema demuestran que la incorporación de estros alimentos al organismo genera mejores niveles de rendimiento en:
La concentración.
Las habilidades motoras.
Las habilidades sensoriales.
La motivación.
La memoria.
Los tiempos de reacción
Disminución del estrés
Retardo del envejecimiento cerebral (esto es aun una probabilidad a confirmarse)
El Omega 3 y el cerebro
El cerebro requiere de un tipo específico de grasas: los llamados ácidos grasos esenciales. Estos ácidos reciben la denominación de “esenciales” por la necesidad ineludible de su presencia. El punto es que el organismo humano no produce este componente esencial por lo que es necesario incorporarlo a través del consumo de alimentos.
Omega 3: ineludible en la dieta infantil
El omega 3 es imprescindible para el desarrollo y funcionamiento normal del cerebro al ser parte constitutiva de las membranas neuronales. Desde este dato especifico es necesario inferir que la carencia de omega 3 en los etapas tempranas de la vida pueden generar una alteración irreversible en el desarrollo cerebral, puesto que el ser humano nace en una condición de prematuración que solo finaliza a lo largo del crecimiento. Este es el fundamento del concejo reiterado de los nutricionista sobre la incorporación de este acido esencial en la alimentación infantil. El aporte adecuado de omega 3 en la dieta del infante supone la incorporación diaria de tres a cinco gramos. Este aporte se logra de manera simple al incorporar a la alimentación diaria los siguientes alimentos:
Variedad de pescados
Margarina 100% vegetal
Cereales integrales
Soja o soya
Germen de trigo
Aceites de semillas
Frutos secos
La vitamina B1: otro factor fundamental par el funcionamiento del cerebro
Por otra parte, todas las vitaminas del complejo B son también fundamentales para un óptimo funcionamiento cerebral. La vitamina B1 es fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, su carencia afecta el funcionamiento cerebral, que utiliza los hidratos como combustible. Sin embargo, la reserva de vitaminas B1 puede verse reducida por el exceso en el consumo de:
Azúcar
Chocolates
Postres
Dulces
Es, por lo tanto, importante reglar dicho consumo ya que la carencia de vitaminas B1 provoca:
Falta de concentración,
Irritabilidad
Depresiones de distintos tipos
Siendo el cerebro el órgano con mayor grado de actividad y comando de funciones del organismo, siempre presenta una demanda de nutrientes que puede ser provisto por medio de un plan alimenticio específico en cuanto a los alimentos que lo conforman. Las distintas investigaciones sobre el tema demuestran que la incorporación de estros alimentos al organismo genera mejores niveles de rendimiento en:
La concentración.
Las habilidades motoras.
Las habilidades sensoriales.
La motivación.
La memoria.
Los tiempos de reacción
Disminución del estrés
Retardo del envejecimiento cerebral (esto es aun una probabilidad a confirmarse)
El Omega 3 y el cerebro
El cerebro requiere de un tipo específico de grasas: los llamados ácidos grasos esenciales. Estos ácidos reciben la denominación de “esenciales” por la necesidad ineludible de su presencia. El punto es que el organismo humano no produce este componente esencial por lo que es necesario incorporarlo a través del consumo de alimentos.
Omega 3: ineludible en la dieta infantil
El omega 3 es imprescindible para el desarrollo y funcionamiento normal del cerebro al ser parte constitutiva de las membranas neuronales. Desde este dato especifico es necesario inferir que la carencia de omega 3 en los etapas tempranas de la vida pueden generar una alteración irreversible en el desarrollo cerebral, puesto que el ser humano nace en una condición de prematuración que solo finaliza a lo largo del crecimiento. Este es el fundamento del concejo reiterado de los nutricionista sobre la incorporación de este acido esencial en la alimentación infantil. El aporte adecuado de omega 3 en la dieta del infante supone la incorporación diaria de tres a cinco gramos. Este aporte se logra de manera simple al incorporar a la alimentación diaria los siguientes alimentos:
Variedad de pescados
Margarina 100% vegetal
Cereales integrales
Soja o soya
Germen de trigo
Aceites de semillas
Frutos secos
La vitamina B1: otro factor fundamental par el funcionamiento del cerebro
Por otra parte, todas las vitaminas del complejo B son también fundamentales para un óptimo funcionamiento cerebral. La vitamina B1 es fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, su carencia afecta el funcionamiento cerebral, que utiliza los hidratos como combustible. Sin embargo, la reserva de vitaminas B1 puede verse reducida por el exceso en el consumo de:
Azúcar
Chocolates
Postres
Dulces
Es, por lo tanto, importante reglar dicho consumo ya que la carencia de vitaminas B1 provoca:
Falta de concentración,
Irritabilidad
Depresiones de distintos tipos
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